domingo, 20 de diciembre de 2009

LA TRAGEDIA DE COLOMBIA POR: NOAM CHOMSKY




EL PORQUÉ DE LA PRODUCCIÓN

Colombia se convirtió en el mayor productor de cocaína a finales de los años setentas. ¿Por qué? ¿Por qué campesinos latinoamericanos se preocupan por producir coca, aparte de su propio uso, como lo han hecho siempre? Las razones tienen sus raíces en las políticas sociales y económicas impuestas al Tercer Mundo. Las reglas han dispuesto que ellos deben dejar de producir para sus propias necesidades y cambiar a la exportación. Estas naciones deben abrir sus mercados a los países ricos y especialmente a las exportaciones subsidiadas de los Estados Unidos, las cuales socavan la producción doméstica. Los agricultores locales se deben convertir en “productores racionales” según los preceptos de la economía moderna, sacando cosechas para exportar. Y, siendo racionales como son, ellos giraron hacia el cultivo que produce más dinero.
Efectivamente, la producción de cocaína se disparó de manera impresionante, ayudando a sustentar “milagros económicos”. En 1985 Bolivia estaba atravesando por serias dificultades económicas y Jeffrey Sach, de la Universidad de Harvard, les enseñó la teoría apropiada del mercado libre; rápidamente la situación se arregló y aparecieron buenas estadísticas macroeconómicas. Pero hubo algunos efectos laterales. Uno fue que el “milagro” dependía fuertemente de las exportaciones de coca. Esto ha ocurrido también en Perú.
EL PORQUÉ DEL NARCOTRÁFICO
Fenómenos similares explican el giro de Colombia hacia el narcotráfico. Pero también hubo otras razones. En 1988, Estados Unidos obligó a los productores de café a romper un acuerdo que sostenía los precios a un nivel razonable. Así, el producto de mayor exportación de Colombia cayó un 40%. Cuando los precios del café colapsan y la mitad de la niñez está hambrienta, lo más seguro es que la gente salga a buscar oportunidades, y las encontró en el mercado norteamericano de alucinógenos. Uno de los mayores impulsos para el gran incremento del narcotráfico fue la política de libre mercado impuesta al Tercer Mundo.
Una segunda razón, aunque de menor dimensión, tiene que ver con la política estadounidense sobre estas drogas. Su diseño ha hecho cambiar a la gente el consumo de marihuana, relativamente menos dañina, por drogas fuertes como la cocaína aún en sus formas más letales. Colombia también pasó de la producción de marihuana a la de cocaína, que produce más utilidades y es más fácil de exportar.
¿DE QUIÉN SON LAS GANANCIAS?
Un estudio reciente de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCED), organización de cooperación internacional [compuesta por 30 estados, fundada en 1960 y con sede central en París], estima las ganancias del tráfico internacional en cerca de medio trillón de dólares al año, de los cuales más de la mitad circulan a través del sistema financiero de Estados Unidos. Esto insinúa una manera de tratar el problema de las drogas: el país que maneja más de la mitad de sus ganancias, las trata como el amigable banco de la esquina. ¿Y acerca de Colombia qué? De acuerdo con el reporte de la OCED, Colombia recibe cerca de seis billones de dólares, lo cual es entre el 2 y el 3% de lo que se queda en USA. “Por lo tanto el gran negocio está en ese país”, los Estados Unidos. Allí es donde realmente funciona en grande el negocio de las drogas.
¿Y qué hay acerca de los bancos norteamericanos que manejan más del 60% de las inmensas ganancias generadas por el narcotráfico, de acuerdo con la OCED? Allí hay cosas muy oscuras y muy seguramente ilegales. En 1979 el gobierno [norteamericano] lanzó la operación Greenback, cuyo objetivo eran los bancos que estuvieran manejando dinero de estas drogas, los cuales al parecer no son muy difíciles de vigilar. Grandes cantidades de dinero llegaban repentinamente a los bancos de Miami a medida que aumentaba el negocio de la cocaína, así que el Departamento de Justicia entró en acción. Pero no por mucho tiempo. La operación fue cancelada en 1982 por el Zar de las Drogas de la administración Reagan, el vicepresidente George Bush. Por esta razón no tenemos más información acerca de los aproximadamente 260 billones de dólares anuales que fluyen por el sistema financiero en USA [cifra que supera el presupuesto actual de Colombia].
Otros lugares son más fáciles de investigar como Panamá. La invasión al istmo puso nuevamente en el poder a la élite de narcotraficantes y banqueros europeos. El Procurador General y el Ministro del Tesoro estadinenses (sic) de la época, habían sido directores del First Inter-American Bank, que había sido cerrado por Noriega por sus implicaciones en el narcotráfico, lo cual causó un gran revuelo; para ese entonces él era una buena persona. El presidente Endara, impuesto por el Pentágono, también estaba involucrado en el negocio. Desde la invasión, Panamá ha duplicado su actividad como centro del tráfico ilegal de drogas. [No es sorprendente la semejanza con Afganistán, que después de ser invadida y controlada por los Estados Unidos, aumentó considerablemente su producción y trafico de heroína?]
LOS PRECURSORES QUÍMICOS
La banca es una parte de este gran negocio, otra es la industria química. En 1989, seis meses antes del anuncio de la guerra contra los alucinógenos, la policía colombiana incautó 1.5 millones de galones de químicos usados para la producción de cocaína, la gran mayoría con logotipos de corporaciones estadounidenses. La CIA ha reportado que las exportaciones de estas sustancias a Latinoamérica exceden en mucho los usos legales, mientras que el Servicio Congregacional de Investigaciones concluye que más del 90% de químicos usados en la producción de estupefacientes proceden de los Estados Unidos. Esto sugiere otra forma de manejar dicho problema, si en realidad esta guerra fuera contra las drogas y no otra cosa.
La guerra contra las drogas sirve para varios propósitos. Es además, en parte, una fachada para la insurgencia y el sostenimiento en Colombia de la “Democradura”. También contribuye a incrementar la producción de armas. Y provee elementos muy valiosos que ayudan a encerrar la población superflua en casa, asunto bien importante cuando se está haciendo un gran esfuerzo para conducir al propio Estados Unidos dentro de una sociedad con alarmantes características del Tercer Mundo. Esta es la tragedia de Colombia.
De acuerdo con un cuidadoso estudio de la industria de la cocaína hecho por el ex analista de la CIA, Sidney Zabludoff, el vértice de la industria comprende a unos quinientos empresarios que manejan la mayor parte de la cocaína que llega a los mercados de E.U. y Europa. Por debajo de esta cúspide, aproximadamente 6.000 personas organizan los negocios cotidianos de transporte, distribución al extranjero, lavado de dinero y seguridad. Esto sugiere que el negocio de la cocaína esta dominado por una élite y una sub-elite de aproximadamente de 6.500 a 7.000 personas.

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