Declaración Política del Encuentro Estudiantil del 31 de octubre y 1 de noviembre de 2009
La denominada Revolución Educativa, del gobierno de Uribe Vélez, ha sumido a la universidad pública colombiana en la peor situación de su historia. Los cálculos más conservadores indican que la deuda del Estado con la universidad alcanza los $600.000 millones, e incluso, el Contralor General de la República, afirmó que, las transferencias del Gobierno a las Universidades públicas llegaban en el 2000 a 1,73 billones de pesos y una década después apenas suman, a precios de 2009, unos 1,6 billones. Es un hecho que la crisis presupuestal tiende a aumentarse por proyectos como la concurrencia para el pago del pasivo pensional y la anunciada reforma al artículo 86 de la ley 30 de 1992.
Los aparentes incrementos aprobados por el Congreso de la República constituirán una herramienta del gobierno para condicionar y supeditar las transferencias económicas a cambio de reformas académicas, administrativas y financieras en las universidades que permita alcanzar las metas de cobertura que requiere la campaña de la tercera reelección. La causa de la crisis responde a una crisis de impacto estructural al conjunto del Sistema Universitario Estatal.
Paralelo al recorte presupuestal la educación se ha pauperizado en concordancia con el rol que juega Colombia en la globalización neoliberal, sistema de producción internacional que ha incrementado la pobreza, la miseria y la desigualdad a nivel mundial. Ya que nuestro país es adalid en la aplicación de esta política, como lo prueba los tratados de libre comercio que impulsa el gobierno, se han adelantado reformas de orden legal que tienden a modificar la función de la educación en Colombia. Esta es la razón por la cual se ha impuesto el examen de ECAES, las competencias académicas, administrativas y ciudadanas en los contenidos de los programas universitarios, la flexibilización curricular y la reducción de la duración de las carreras.
Toda la ofensiva que agencia Uribe Vélez contra la universidad pública se ha realizado vulnerado de manera sistemática y generalizada las libertades y los derechos democráticos de la población universitaria. Los derechos a la movilización, la protesta, a la huelga, a la asociación han sido ampliamente reprimidos, e incluso desde el gobierno, se ejerce una campaña de desprestigio contra la protesta universitaria que tiene como finalidad militarizar la vida universitaria. Típico comportamiento en los tiempos de la seguridad democrática.
Aun cuando la situación es crítica el panorama tiende a agravarse. El primer factor que influirá en ello es la eventual reelección del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, ya que este ha sido el principal causante de la quiebra económica de las universidades, de la degradación de la calidad de la educación, del desmonte del sistema de bienestar universitario, del recorte de las libertades y los derechos democráticos y del cercenamiento de la autonomía y la libertad de cátedra. En definitiva, ha sido un sumiso ejecutor de las órdenes del Fondo Monetario y del Banco Mundial. Un nuevo período de estas características, con Uribe Vélez o sin él, significaría la total privatización y liquidación de las universidades públicas en Colombia.
El entorno internacional que influye sobre nuestro país tampoco es un aliciente para la actual situación universitaria. El uso de la infraestructura militar y comercial colombiana, área y naval, por parte de los Estados Unidos constituye una prueba adicional de la entrega de la soberanía nacional que ha realizado el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y constituye una afrenta al conjunto de países latinoamericanos que se han opuesto, de una u otra forma, a las determinaciones de Washington en el continente.
Poco a poco se corrobora, como ocurrió en las jornadas del mes de octubre, que la única alternativa que tenemos los universitarios para enfrentar esta política es la lucha de masas democrática. Para ello impulsemos un gran movimiento nacional que unifique a estudiantes, trabajadores, profesores y en general a todos los sectores democráticos y patrióticos en la defensa de la educación superior pública en Colombia. Sólo una gran unidad en torno a la protección y defensa de la universidad, salvará la embestida uribista. Emprendamos un gran movimiento nacional en defensa de la educación superior pública.
VAMOS TODOS A DEFENDER LA UNIVERSIDAD PÚBLICA
No hay comentarios:
Publicar un comentario